Pocos conocen el funcionamiento de una cerradura a ciencia cierta, de hecho, por medio de videos podemos aprender un poco más a fondo acerca de ellas. Sin embargo, nadie puede decirte con mayor propiedad cómo funciona cada parte de estos mecanismos sino un maestro cerrajero; su conocimiento ha sido transmitido de generación a generación y en la actualidad podemos apreciar el fruto (no final) de su persistente trabajo.

Cada pieza de una cerradura es hecha de una material resistente, por lo general metálico por los factores de dureza y resistencia que influyen potencialmente para poder encontrar el metal o aleación ideal para fabricarlas.

Como dijimos antes, solo conocemos la superficie en materia de cerraduras. En este caso, hoy trataremos un tema vital, el corazón de toda cerradura.

Muchos nombres, misma función

Bombín, cilindro, y otros nombres se le dan a este importante elemento de toda cerradura; es la pieza central de todo sistema de seguridad instalado en una puerta (indistinto de la tecnología). ¿Cómo lo sabemos? Pues, es simple. Sin hacer mucho alboroto, y visitando a los vecinos, pudimos determinar que el factor en común que diferencia a cada puerta de ellos no son solamente las cerraduras sino el cilindro que permite acceder al cerrojo por medio de la llave y abrirlo.

Esta pieza fundamental es el factor principal de seguridad de toda cerradura, y es el factor de seguridad primordial a tomar en cuenta al momento de comprar una nueva cerradura para instalarla en tu puerta.

Entre los factores que debes a tener en cuenta para elegir el cilindro más adecuado están las siguientes:

  • Necesidades: Pregúntate “¿qué quiero proteger?” y cuando tengas esa respuesta, asiste a una cerrajería para que en conjunto puedan encontrar el cómo.
  • Entorno: El lugar donde vives influye mucho; no se trata del qué dirán los vecinos, sino de tratar de mantener la armonía. Digamos que a nadie le sentaría ver a una persona que usa un sistema biométrico de seguridad en campo abierto, o quizá en un pequeño departamento en los suburbios.
  • Material: El metal, o aleación de ellos, puede determinar qué tan vulnerable podría ser a un ataque de bumping. Una cerradura hecha con materiales menos resistentes podría hacer más susceptible a un quiebre del cerrojo.
  • Sistemas incorporados: Son las tecnologías incorporadas al cilindro para impedir ataques externos; pueden incorporar sistema antiganzúas, antibumping, y contra  otros métodos tradicionales (así como otros más elaborados) para abrir cerraduras.

A fin de cuentas, ya sabes que una cerradura sin cilindro es como una hamburguesa sin papas fritas, como un Romeo sin su Julieta, como Orfeo y Eurídice, como el alcaraván… Son una pareja inseparable, uno depende del otro. Así toma en cuenta los pequeños consejos que dimos previamente si piensas cambiar tu cerradura próximamente.

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