En la actualidad, los astrónomos han hecho una amplia gama de descubrimientos respecto a nuestro vasto universo. Han encontrado otras galaxias, planetas, estrellas, incluso llegaron a la conclusión de que nuestro sistema solar no está inmóvil; no solo por el movimiento de los planetas que lo conforman, sino que el sistema solar está desplazándose constantemente en una determinada dirección.
Tal como los cerrajeros hacen al momento de encontrarse con una dificultad para abrir una cerradura, los astrónomos están realizando investigaciones constantes sobre los diversos elementos que integran al universo.
En este caso, estaremos hablando sobre los agujeros negros. ¿Existirán en nuestra Vía Láctea? ¿Qué tan cerca están? ¿Qué ocurriría si caemos en uno de ellos por alguna razón? Quédate para acompañarnos en este viaje sideral.
Panorama amenazador
La gravedad producida por los agujeros negros trae como consecuencia una singularidad, la cual se encuentra cubierta por una superficie cerrada conocida como “horizonte de sucesos”. Esta parte, divide al agujero del resto del universo. Un agujero negro es una sección del espacio infinito donde, en su interior, ocurre una concentración de masa lo bastante elevada como para producir un campo de gravedad de forma que ninguna partícula, ni siquiera la luz, puede escapar de ella.
Estos fenómenos se producen por un proceso de colapso gravitacional como consecuencia del deceso de una estrella gigante roja, es importante resaltar que estas estrellas tienen un tamaño superior al de nuestro. En palabras más simples, un agujero negro es el la consecuencia final de la acción extrema de la fuerza de gravedad hasta el límite.
Actualmente, se desconoce los efectos de los agujeros negros sobre la materia. Se sabe que una vez que entra no puede salir, y esto dificulta el estudio de estos fenómenos. Sin embargo, con ayuda de la mecánica cuántica y la relatividad general se han alcanzado a explicar muy superficialmente.
¿Existen agujeros negros cercanos a nuestro planeta?
Los astrónomos han encontrado un nuevo candidato como el agujero negro más cercano a La Tierra; se dice que este agujero se encuentra a uno mil años luz de distancia, un equivalente de 9.500 billones de kilómetros, más específicamente en la constelación Telescopio. Parece muy lejos cuando se dice de esta manera, sin embargo en la escala del universo se trata de nuestro vecino inmediato. Hasta ahora, se han encontrado unos veinte agujeros negros presentes en nuestra galaxia.
Este agujero negro fue descubierto por un telescopio perteneciente al Observatorio Europeo Austral en el Observatorio de La Silla, en Chile. Pudieron notarlo gracias a que este sistema interactúa con dos estrellas; una de ellas orbita alrededor del agujero negro y la otra orbita alrededor de la primera estrella y del agujero en sí.
Los agujeros negros, se dice, son una puerta a un nuevo universo. Pues varios astrónomos coinciden en la conjetura de que así como una partícula pudiera entrar por este lado, debería salir por el otro extremo; lo cual supone al agujero negro como un espacio finito, con una entrada y una salida, pero en el que la materia no puede viajar en ambas dirección. Es decir, puedes ingresar por la entrada de éste pero no salir, y puedes salir por el otro extremo pero no poder entrar de nuevo.